Salsa César
La Salsa César es el ingrediente que ha dado la clave del éxito a la aclamada Ensalada César. A pesar de lo que pueda parecer, esta salsa no es de origen romano, sino Mexicano. Su creador, Caesar Cardini, chef italiano, viajó con su hermano a México, donde pusieron en marcha varios restaurantes. Existen muchas leyendas acerca de cómo se inventó esta salsa, pero una de las más extendidas cuenta que el 4 de julio de 1926, con motivo de la conmemoración de la Independencia de Estados Unidos, se agolpó un grupo muy numeroso en uno de sus restaurantes. Al no tener provisiones para atender a todos los comensales, Caesar decidió improvisar una ensalada con todo lo que encontró y añadirle una salsa procedente de una receta familiar muy antigua.Son muchas las leyendas que envuelven su origen, pero lo que sí está claro es que el éxito se lo debe a la peculiar Salsa César. Años más tarde, Caesar decidió patentarla en California bajo la marca “Cardini’s Original Caesar Dressing Mix”.
Ingredientes
- 50 gr Anchoas
- 1 dte Ajo
- 3 Yemas de huevo
- 1 cdta Mostaza Dijon
- 1 cdta Miel
- 100 ml Aceite de oliva virgen extra
- 2 cdas Zumo de limón
- 2 cdas Parmesano en polvo
- Pimienta negra
Elaboración paso a paso
- Para comenzar con la receta de Salsa César, lo primero que tenemos que hacer es picar muy finitas las anchoas y el ajo. Después mezclamos los dos ingredientes y removemos hasta conseguir una masa homogénea.
- A continuación, ponemos en un bol el zumo de limón, las yemas de huevo y la mostaza. Mezclamos también hasta que todos los ingredientes sean uno.
- Cuando tengamos las dos mezclas, las juntamos y removemos bien hasta tener una salsa uniforme. Ahora añadimos también el queso parmesano en polvo, un poco de pimienta negra y la miel.
- Por último, sin dejar de remover la salsa vamos añadiendo muy despacio el aceite. Si lo hacemos con un chorrito muy fino, evitaremos que se corte.
Notas
- Si vas a hacer la famosa Ensalada César, no te olvides de echar los picatostes.
- La salsa puede conservarse en la nevera durante unos 3 días, o congelarla para otro momento.