¿Dispuesto a crear tu auténtica Salsa para Caracoles a la Madrileña?
Salsa para Caracoles
Los caracoles en salsa son una receta tan antigua que hay que situarse en el paleolítico para conocer su origen. No es de extrañar si tenemos en cuenta que los caracoles siempre han sido un recurso gratuito y de fácil acceso. A pesar de lo cual había que tener especial cuidado con los caracoles que se cocinaban, ya que existen algunas especies que son venenosas.Este plato tiene una variante por cada país europeo en el que se ha popularizado su consumo: Francia, España, Alemania, Italia… En el caso de España, podemos encontrar incluso distintas recetas según el punto geográfico dónde busquemos. A pesar de eso, hay una serie de ingredientes comunes a todas ellas. El secreto del éxito de este plato es la salsa utilizada. Y en eso, Madrid, por poner un ejemplo, sabe muy bien lo que se hace. Los caracoles en salsa son un plato tradicional de las tascas y bares madrileños, lo que suponen un reclamo turístico absoluto y una suerte inmensa para quienes saben cocinarlos y los disfrutan.
Ingredientes
- 1 Cebolla
- 150 gr Jamón serrano en taquitos
- 4 dtes Ajo
- 2 cdtas Pimentón dulce
- 800 gr Tomate triturado
- 3 Guindillas cayenas
- 1 hoja Laurel
- 1 cda Aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
Elaboración paso a paso
- Para comenzar con la receta de Salsa para Caracoles a la Madrileña, lo primero es picar muy finitas la cebolla y el ajo y pocharlas en la sartén con un chorrito de aceite de oliva. Los dejamos a fuego lento hasta que la cebolla esté casi transparente.
- A continuación, añadimos las cayenas, el laurel, el jamón y el pimentón dulce. Mezclamos todos los ingredientes para que se integren unos con otros.
- Después, incorporamos el tomate concentrado y la sal y lo cocinamos todo junto durante unos 15 minutos a fuego lento. Si vas a probar la salsa con caracoles, ahora es el momento de echarlos (previamente cocidos) y dejarlos que hiervan 10 minutos más.
- Por último, probamos la salsa para rectificar si fuera necesario.
Notas
- Para evitar la acidez del tomate, añádele un poco de azúcar a tu salsa.
- Puedes conservar la salsa un par de días en la nevera o un par de meses en el congelador.
- Si la salsa se ha espesado más de la cuenta, puedes añadirle un poco de agua.